Ángel Cabrera conquista su segundo major senior consecutivo y revive su leyenda en el golf

En el mundo del golf, las grandes historias no siempre se escriben con swings perfectos o birdies espectaculares. A veces, lo verdaderamente inolvidable es la capacidad de volver. Y eso es exactamente lo que está haciendo Ángel Cabrera. El argentino acaba de lograr su segundo major consecutivo en el PGA Tour Champions, al coronarse este domingo en el Senior PGA Championship, y su historia de redención está conmoviendo al deporte.

Cabrera, de 55 años, firmó una actuación magistral en Harbor Shores Golf Club (Michigan), imponiéndose con temple y experiencia sobre un field competitivo. Con vueltas consistentes durante toda la semana, cerró con un score total de 270 golpes (-14), dejando claro que su golf sigue más vivo que nunca.

Este triunfo llega apenas dos semanas después de su victoria en el Regions Tradition, otro de los cinco campeonatos más importantes del circuito senior. Con esta nueva conquista, el cordobés se convierte en el primer jugador desde Bernhard Langer (2017) en ganar majors consecutivos en esta categoría.

«Volver no ha sido fácil. Estuve en un lugar muy oscuro, pero el golf me dio una nueva oportunidad, y quiero aprovecharla al máximo», declaró un Cabrera visiblemente emocionado al recibir el trofeo. «Este deporte me enseñó disciplina, respeto, y ahora me está regalando una nueva etapa para disfrutarlo de otra manera».

Tras cumplir una condena de 30 meses por causas judiciales en Argentina y Brasil, Cabrera regresó a la competición en 2023. Desde entonces, su camino ha sido de reconstrucción, tanto personal como profesional. Con un estilo sobrio, potente y preciso, está demostrando que su talento sigue intacto.

Con estos dos títulos mayores en el bolsillo, el argentino no solo se posiciona como uno de los protagonistas de la temporada en el PGA Tour Champions, sino que también vuelve a conectar con una afición que siempre lo ha admirado por su garra y autenticidad.

Para muchos, Ángel Cabrera es el “Pato” eterno. Hoy, ese apodo vuelve a resonar con fuerza en los fairways, pero también en los corazones de quienes creen que siempre se puede volver a empezar.