PGA Championship: lluvia, incertidumbre y un campo que promete espectáculo
La cuenta regresiva para el PGA Championship 2025 ya está en marcha, pero para muchos aficionados, la emoción aún no termina de arrancar. Y es comprensible. La atención de buena parte del mundo del golf seguía puesta en lo que fue el Truist Championship, una visita inédita de las grandes figuras al histórico Philadelphia Cricket Club.
Pero ahora el foco se traslada a Charlotte, Carolina del Norte, donde Quail Hollow Club se prepara para recibir el segundo major del año… bajo un cielo que no promete ser muy amigable. La semana ha arrancado pasada por agua: el lunes, la lluvia fue tan intensa que obligó a cerrar el campo al público durante todo el día. Eso sí, quienes tenían entradas para ese día podrán usarlas martes o miércoles.
Y hablando de los próximos días… no hay mucho alivio a la vista. El pronóstico apunta a más lluvia para martes y miércoles, lo que podría limitar seriamente el tiempo de práctica para los jugadores.
La buena noticia es que los días de competición (de jueves a domingo) parecen tener mejor pronóstico, aunque habrá que estar atentos. La cancha, además, es bien conocida por muchos del field, ya que Quail Hollow es una parada habitual del PGA Tour y fue sede del PGA Championship en 2017 y de la Presidents Cup en 2022.
Eso sí, las condiciones húmedas podrían ablandar el campo y favorecer a los pegadores largos, especialmente con el sistema SubAir trabajando a tope bajo los greens. Y como si fuera poco, se espera una fuerte variación de temperaturas: de los 20 °C del lunes se pasaría a rozar los 32 °C para el sábado.
El campo, rediseñado parcialmente antes del PGA 2017, llega en gran forma. Los hoyos 16 al 18, apodados “The Green Mile”, volverán a ser protagonistas como cierre exigente para cada ronda.
Con todo esto en juego, la expectativa empieza a subir. Solo falta que el clima dé una tregua.
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